lunes, 28 de abril de 2008

Graciela estaba embarazada de seis meses


Detenidos-Desaparecidos el 2 de agosto de 1977

Roberto Eduardo Aued "el Turco"
María Graciela Médici

Roberto y Graciela fueron secuestrados de su domicilio en La Plata (calles 135 y 32) el 2 de agosto de 1977 a las 5:30 de la tarde. Según Roberto Aued le contó a Nieves Acosta, con quien estubo en el CCD Pozo de Banfield, unos coches estaban siguiendo a un chico llamado Daniel Mariani, al intentar éste entrar en la casa de los Aued, le dispararon y asesinaron. Al ver ésto, los Aued que estaban dentro de su casa se tiran al piso y se quedan quietos. Según los vecinos, personal del Ejercito los arrojó al suelo, los envolvió en frazadas y los tiraron adentro de una camioneta.

Graciela estaba embarazada de seis meses cuando fue secuestrada, no se sabe que pasó con su embarazo.

Roberto y Graciela estuvieron por un mes detenidos en la Brigada de Investigaciones de La Plata, donde permanecieron todo el tiempo con los ojos vendados. En septiembre de 1977 fueron trasladados al centro clandestino de detención conocido como "Pozo de Banfield".

En el pozo de Banfield, hubo varios partos, y el responsable de atenderlos era el médico policial Bergéz.

domingo, 27 de abril de 2008

Silvia Isabella Valenzi

Tuvo una hija el dia 2 de Abril de 1977, en el Hospital de Quilmes en Buenos Aires, durante el cautiverio.

Tu identidad fue robada el mismo día de tu nacimiento, producto del pacto de silencio de la dictadura militar y sus cómplices.
NOSOTROS NO DEJAREMOS LA BUSQUEDA HASTA ENCONTRARTE.

Silvia Isabella Valenzi tenía 20 años, era obrera textil, tejedora fue secuestrada en la vía pública en La Plata la vieron en el CCD Pozo de Banfield (no se sabe la fecha), y en el CCD Pozo de Quilmes el 1o de febrero de 1977.
Fue trasladada (asesinada) el 25/04/77

Declaró su hermana Rosaria Isabella Valenzi, que Silvia estaba embarazada cuando fue secuestrada, y que nunca vio al bebé. E involucró en esa desaparición al ex médico policial Jorge Bergés.
"
Nos enteramos que estuvo detenida en la Brigada de Quilmes”, relató Valenzi. Cuando llegó el momento de parir, Silvia Valenzi fue llevada al Hospital Municipal de Quilmes.
Rosaria Valenzi dijo que se enteró del nacimiento de la beba por un testimonio que dieron una enfermera y una partera, que luego fueron secuestradas y ahora están desaparecidas.


Enfermera
Generosa Fratassi
Detenida-Desaparecida el 14/4/77

Tenía 32 años,Generosa era italiana. Trabajaba de enfermera en el Hospital Municipal de Quilmes y era la delegada gremial en dicho Hospital.

El primero de abril de 1977, fue llevada al hospital Silvia Mabel Isabella Valenzi, una detenida-desaparecida proveniente del CCD Pozo de Quilmes. Silvia tenía siete meses y medio de embarazo y en el hospital dio a luz una niña a quien llamó Rosa. En un momento que pudo, antes de ser devuelta al CCD, Silvia gritó su nombre pidiendo que le dejen saber a su familia sobre el parte y nacimiento de la niña. De esta manera, los padres de Silvia fueron informados del nacimiento de su nieta.

El 13 de febrero, la madre de Silvia se presentó al hospital a reclamar por su nieta. Un médico se fijó en el libro de partos y vio que la niña estaba registrada. Generosa acompaño a la madre de Silvia a hablar con el director del hospital. El director le dijo que no había nacido ninguna nena, y Generosa le recalcó que el nacimiento estaba anotado en los libros (el nacimiento luego fue mal borrado del libro y la bebé "desapareció").
El día siguiente, el 14 de abril de 1977, ella estaba trabajando en el hospital cuando el porter la llamó y le dijo que la buscaba un hombre en la planta baja. Cuatro hombres armados, vestidos de civil, la esposaron y se la llevaron en una camioneta sin patente. Unos días antes María Luisa Martínez, una partera que también había colaborado con la Sra. Valenzi, había sido desaparecida.
Las dos fueron vistas en el CCD El Vesubio por Elena Alfaro.

Un médico le dijo a la testigo que la nena había nacido y que estaba viva. Pero el director del hospital en esa época, Roberto Iriarte, negó todo. Más tarde, los médicos que declararon en una causa que se abrió en la justicia penal también negaron todo, diciendo que la beba había muerto.
La mujer relató ante la Cámara que su hermana fue llevada al Hospital de Quilmes con dos policías y el médico Jorge Bergés. Según contó, éste le dijo a un funcionario del hospital: “Esa nena (la beba) no la saca de acá ni Videla sin mi orden”. Bergés estuvo procesado dos años por este caso, pero salió libre por la ley de Obediencia Debida.
Valenzi informó además que su caso es uno de los que investiga el juez Adolfo Bagnasco, que intenta probar la existencia de un plan sistemático de secuestro de bebés durante la dictadura. También se hizo una presentación al juez español Baltasar Garzón.

Nadie vio los libros de Sanidad

En otro orden, declaró un ex ordenanza de la Dirección de Sanidad de la Policía de la Provincia. Héctor Viscuzi, quien trabajó en Sanidad entre 1981 y 1995, dijo no recordar ver cuando se trasladaron los Libros de Partes Médico-legales que busca la Cámara, cuando fueron enviados a un juzgado o cuando volvieron de éste.

Viscuzi argumentó que sólo “hacía limpieza o servía café” y que nunca entró al archivo de Sanidad, donde podría haber estado la documentación.

Los jóvenes y su hijo continúan desaparecidos.


TE ESTAMOS BUSCANDO

Valeria Belaustegui Herrera de Waisberg y Ricardo Daniel Waisberg

Detenidos-Desaparecidos el 13 de Mayo de 1997

Valeria tenía 24 años, Ricardo 29. Tenían una hijita, Tania, de 15 meses y esperaban otro bebé.
La pareja, secuestrada por fuerzas de seguridad el 13 de mayo de 1977 en San Antonio de Padua (Provincia de Buenos Aires). Junto con ellos fue secuestrada una hija pequeña de ambos, quien luego fue devuelta a la familia por la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en la comisaría de San Antonio de Padua. Tenía un puesto un cartel sujeto al cuello que decía "Soy hija de Valeria Beláustegui". Valeria estaba embarazada de 2 meses. Fueron vistos en el centro clandestino de detención "El Campito" que funcionaba en Campo de Mayo.

De acuerdo al testimonio de Juan Carlos Scarpati Valeria y Ricardo estuvieron alojados en el Pabellón III de Campo de Mayo, cuando Valeria se encontraba ya con siete meses de embarazo, y permaneció allí hasta el momento de ser trasladada.

Los jóvenes y su hijo continúan desaparecidos.
Los dos hermanos de Valeria, José y Martín y sus esposas también se encuentran desaparecidos.

Fuente;
http://www.desaparecidos.org/arg/victimas/b/belaustegui/valeria.html

lunes, 21 de abril de 2008

BUSCAMOS AL HIJO/A ...TARTAGLIA-SIERRA


LUCIA ROSALINA VICTORIA TARTAGLIA y ENRIQUE SIERRA

LUCIA ROSALINA VICTORIA TARTAGLIA fue secuestrada en noviembre de 1977 y hasta la fecha integra la lista de detenidos-desaparecidos durante la represión desatada por las fuerzas armadas a partir de marzo de 1976.
Lucía Tartaglia vivía en la Capital Federal y estudiaba, junto con su compañero Enrique Sierra, en la Facultad de Derecho de La Plata. El 27 de noviembre de 1977, Lucía se comunicó telefónicamente con su madre informándole que Enrique había sido detenido y manifestando su intención de trasladarse a La Pampa.Su madre viajó inmediatamente desde Santa Rosa, y a pesar de las innumerables averiguaciones que realizó, no pudo hallar a su hija, ni conocer el lugar de detención de Enrique Sierra.
En diciembre de 1978 recibió una carta, de puño y letra de su hija Lucía, y remitida desde un campo clandestino de detención a través de una familia con una hija detenida-desaparecida. En una segunda carta hecha llegar a su madre en febrero de 1978, Lucía le comunica que espera un hijo y las comunicaciones serán interrumpidas por algún tiempo, ya que ha sido informada que su situación sería legalizada poniéndola a disposición del PEN. Desde ese entonces no tuvo más noticias de su hija, ni del nieto por nacer.
Efectuada la denuncia ante el Movimiento Popular Pampeano por los Derechos Humanos, se dio inmediata intervención a los organismos nacionales de derechos humanos, y a la justicia federal que dispuso instruir una causa por privación ilegítima de libertad.
Profundizadas las investigaciones por el MPPDH, se constató en primer lugar que ENRIQUE SIERRA, fue detenido por personal del servicio de inteligencia de la Provincia de Buenos Aires, y que después de haber estado secuestrado en un campo clandestino en Ituzaingó, bajo la jurisdicción de la Aeronáutica, fue asesinado a fines de diciembre de 1977.
A raíz de la presentación que realizaron varios sobrevivientes del campo clandestino de detención denominado "El Banco" y del campo "El Olimpo", ante la Comisión Nacional de Desaparición de Personas, y de los testimonios aportados directamente al MPPDH, se verificó incuestionablemente que LUCIA TARTAGLIA estuvo detenida hasta febrero de 1978 en "El Olimpo" hasta su traslado al Hospital Militar con el fin de dar a luz (1).
LUCIA TARTAGLIA, llamada dentro del campo clandestino "Anteojito", había sido operada de apendicitis, para lo que también fue oportunamente trasladada al Hospital Militar.
También quedó probado que la hija detenida-desaparecida de la familia donde Lucía remitió las dos cartas, Susana González de Weis y su marido Marcelo Weis, y que continúan desaparecidos, estuvieron en el campo de concentración "El Olimpo".
En la causa se encuentran agregadas las cartas remitidas por Lucía a su madre, así como también el testimonio de sobrevivientes del campo de concentración "El Olimpo", que confirman categóricamente que Lucía Tartaglia fue secuestrada por fuerzas militares y que una vez nacido su hijo en cautiverio, ambos continuaron en su condición de detenidos-desaparecidos,
El MPPDH ha puesto oportunamente en conocimiento a Abuelas de Plaza de Mayo, de todos estos hechos, comprometiendo todos los esfuerzos a fin de lograr la aparición con vida de Lucía Tartaglia y de su hijo.
Con fecha 17 de abril de 1984, el MPPDH efectuó una presentación ante la Embajada de Italia, a fin de que el Gobierno Italiano incluyera a LUCIA TARTAGLIA y a su hijo, en las peticiones y reclamaciones que ha realizado y realiza por los italianos detenidos-desaparecidos en la Argentina durante la dictadura militar.
En una de las cartas que Lucía hizo llegar a su madre, desde su cautiverio en el campo de concentración "El Olimpo" le decía que si su hijo era varón le pondría de nombre Sebastián; si era niña la llamaría María Victoria o María Laura.
La Comisión Nacional de Desaparición de Personas, conjuntamente con sobrevivientes que estuvieron detenidos clandestinamente, ha confirmado que en el Partido de La Matanza, sobre la autopista Richieri cerca del Camino de Cintura, existió el campo clandestino de detención denominado "El Banco". Dicho campo de concentración dependía del I Cuerpo de Ejército y era base de operaciones de varias fuerzas. Asimismo se verificó la existencia del campo de concentración "EL OLIMPO" ubicado en Ramón Falcón y Avda. Olivera dependiente del I Cuerpo de Ejército. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) inspeccionó en 1979 sus instalaciones, que por entonces habían sido desmanteladas. Muchos de los detenidos-desaparecidos que estuvieron en el campo clandestino de detención "El Olimpo" habían sido trasladados desde el campo denominado "club Atlético", dependiente de la Policía Federal, bajo jurisdicción del I Cuerpo de Ejército y ubicado en Garay y Paseo Colón. Este campo fue desmantelado a fines de 1977 por la construcción de la autopista.

"..Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino, señores jueces, NUNCA MAS!!!..."

viernes, 11 de abril de 2008

Macri nombro a un asesor legal en la ESMA











Pedro Carlos Florido asesor legal en la ESMA

Foto: Muestra fotografica de Victor Basterra

Mauricio Macri designó en la Procuración General de la Ciudad, que comanda Pablo Tonelli, a un capitán de navío que fue asesor legal en la ESMA y que defiende a los ex represores del campo de concentración que regenteaba el ex almirante Emilo Massera. Se trata de Pedro Carlos Florido, un abogado que presta asistencia jurídica a los ex marinos que revistaron en el predio de Avenida Libertador al 7000 durante la última dictadura.
Florido tiene aportes del gobierno porteño desde febrero, pero según fuentes oficiales asumió cuando el PRO desembarcó en la ciudad. Su nombramiento no fue publicado en el Boletín Oficial ni está incluido en el sistema único de mesa de entradas en el que deben figurar todos los empleados porteños, pero desde la Procuración le confirmaron Crítica de la Argentina que Florido está en funciones.
En 1982, el ahora asesor de la Procuración fue fotografiado por el ex detenido Víctor Basterra, quien estuvo secuestrado allí durante cuatro años y cinco meses.
Basterra logró quedarse con una copia de los rostros de cada uno de los represores de la Armada y los presentó ante la Justicia apenas fue liberado. “Le decían Florido o Florindo y era una especie de auditor. Estaba siempre en los casos que tuvieran que ver con guita o con propiedades. Lo vi cuatro o cinco veces, hasta que un día se prestó para que le hiciera un documento”, recordó el ex detenido. Basterra declaró que Florido fue uno de los marinos que le ordenó confeccionar cuatro pasaportes argentinos falsos para Licio Gelli, el líder de la Logia Propaganda 2. Los otros represores que le pidieron ese trabajo fueron el delfin de Massera, Jorge “Ruger” Rádice, el oficial retirado del Ejército Maco Coronel, el ex capitán Horacio Estrada y el prefecto principal José Manuel Díaz Smith.
Hasta llegar al gobierno de Macri, fue miembro del elenco de la Armada que asiste a los represores retirados en base a la información privilegiada que le llega desde Tribunales. En 2002, durante el gobierno de Fernando De la Rúa y Carlos “Chacho” Álvarez, el Senado aprobó su ascenso a capitán de navío, a pesar de la impugnación que realizó el CELS en ese momento. El pedido para beneficiar a Florido lo había firmado Carlos Menem el último día de su gobierno.

La foto tomada en la ESMA que nunca se publicó
Víctor Melchor Basterra estuvo secuestrado en ESMA durante cuatro años y cinco meses. En 1979 fue detenido junto a su esposa y a su hija, quienes fueron liberadas siete días después. En el lapso de siete meses, la Marina lo tuvo recluido en el sector denominado Capucha y fue sometido a distintos tipos de torturas.
Después de casi veinte horas de tortura con picana eléctrica y golpes, lapso en el cual Basterra sufrió dos paros cardíacos, fue obligado, el sábado y domingo siguientes, a ir con sus captores a diferentes lugares de cita con compañeros del denominado Peronismo de Base (PB), al que pertenecía.
A partir de 1980, fue confinado como mano de obra esclava en el sector de Documentación, donde estaba encargado de falsificar DNI.
Basterra sacó alrededor de 80 fotos de represores de la ESMA (entre ellos el Jorge “Tigre” Acosta, Alfredo Astiz y Ricardo Cavallo) que presentó luego a la Justicia y acaban de ser editadas ahora por el Instituto Espacio de la Memoria. El ex detenido recuerda como si fuera hoy el día que fotografió a Pedro Florido, flamante funcionario de Mauricio Macri. “Seguramente era una foto para un registro del conductor”, dice. Y explica que los documentos falsos que utilizaban los represores tomaban una identidad real para evitar ser identificados. “No recuerdo ahora el nombre del sosías que el tipo utilizaba, pero fue en 1982. Tengo la imagen de un tipo que no se había afeitado esa mañana”.
La imagen de Florido no tiene nitidez. Por eso, hasta ahora nunca había sido publicada, pese a que el abogado que se define como “auditor de la marina” ha tenido desde entonces una carrera prominente a sueldo del Estado.

Link de fotos sacadas por Basterra (ESMA)
http://www.desaparecidos.org/nuncamas/web/investig/basterra/basterra_01.htm

... "Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el Pueblo Argentino. Señores jueces: Nunca más”...

martes, 8 de abril de 2008

Clara Anahí Mariani te estamos buscando


"Estaban matando mucha juventud"

Foto (Clara Anahí Mariani con su mamá, Diana Teruggi)

"Diana era una estudiante de Letras de 26 años, casada con Daniel". Vivían en la calle 30, entre 55 y 56, junto con su beba Clara Anahí, nacida en 08/76. En los fondos de aquella casa, funcionaba una pequeña imprenta clandestina: "Acababan de publicar, en octubre de 1976, que en la ESMA había un campo de concentración, y que se tiraban cadáveres al río".
El 24/11/76, Daniel había salido, y en la casa se encontraban Diana, su beba de tres meses, y tres de sus compañeros de militancia : Juan Carlos Peiris, Daniel Mendiburu Eliçabe y Roberto Porfirio. Al mediodía, se lanzó el ataque: un operativo represivo del que formaron parte diversas fuerzas -Policía de la provincia, Policía Federal, Ejército, Gendarmería, Marina-, con tanques, bazukas, camiones militares y helicópteros.
El ataque a la casa fue de tal magnitud que el barrio entero quedó conmocionado. Los 4 adultos fueron asesinados a balazos, y se sospecha que sus cuerpos fueron quemados dentro de la casa, para dificultar su posterior reconocimiento. Lo que pasó con Clara Anahí de tres meses sigue siendo una incógnita hasta el día de hoy.
En el procedimiento, participaron varios jerarcas de la represión ilegal: entre otros, el jefe de la Policía provincial Ramón Camps; el Director de Investigaciones de la fuerza, Miguel Etchecolatz, y su chofer, Hugo Guallama; el titular de la comisaría 5º, Osvaldo Sertorio; el jefe del Regimiento 7 de La Plata, Roque Presti; el jefe del Primer Cuerpo de Ejército, Carlos Guillermo Suárez Mason. "Estuvo toda la plana mayor de todos lados", sostuvo Chicha la abuela de Anahi que en ese momento estaba en su casa, en la esquina de 44 y 21, tejiendo una batita para su nieta, cuando escuchó pasar los tanques. "Me aterroricé, porque en esa época estaban matando mucha juventud", pero no se imaginó "que se dirigían a la casa de mis hijos". "Pensé: a quién estarán matando ahora", recordó.
Más tarde ese día, Chicha tuvo que dejar su casa para ir a cuidar a su padre enfermo. Cuando volvió, al día siguiente, vio a todos los vecinos reunidos en la puerta de su vivienda. El lugar estaba destrozado: la casa había sido baleada y saqueada, había escombros por todas partes y muebles destruidos. "Además se habían robado todo lo robable", indicó, y añadió que fue en esa misma casa que sufrió, un mes después, otro allanamiento violento. Entre los represores que lo perpetraron, había uno a quien sólo reconoció años después, en los diarios: Luis Abelardo Patti.
Chicha Mariani no llegó a enterarse de los asesinatos donde estaba su nieta Anahi en la calle 30 hasta el día siguiente del operativo. Aunque no pudo entrar a la vivienda hasta varias semanas después -"la casa estuvo llena de policías de civil durante un año", contó-, hizo una primer denuncia en la comisaría 5º, cuya jurisdicción abarcaba ese domicilio, para poder recuperar los cuerpos. "Me dijeron: 'No le vamos a entregar a su hija porque está carbonizada, no se la reconoce, nosotros nos vamos a ocupar de su cadáver'. Cuando les pregunté por mi nieta, me dijeron '¿qué nieta?', y que no figuraba en ninguno de los papeles".
El primer dato respecto de Clara Anahí lo obtuvo por medio de un amigo que conocía al entonces comisario Osvaldo Sertorio, el titular de la comisaría 5º, "que ha pasado a la historia por el campo de concentración que tenía al otro lado del pasillo de su escritorio". El policía le había confirmado al amigo de Chicha que Clara Anahí había sobrevivido al ataque a la casa de sus padres.
La abuela se dirigió entonces a la dependencia policial, para hablar con el comisario "Me dejó parada en el medio de la habitación y él, sentado, empezó a expresar su desprecio por mí, que era la madre de unos subversivos". Pero como le debía un favor a aquel conocido en común, terminó diciéndole, en voz casi inaudible: "La nena está viva, búsquela por la ropa porque ya le deben haber cambiado la identidad. Y búsquela rápido, porque ha perdido demasiado tiempo". El policía la derivó a la Unidad Regional de la Policía de la provincia, "pero allí me negaron que supieran algo, y me sacaron con cara de nada".
Chicha recién en 1984 se enteró de una comunicación del director del cementerio de La Plata, según la cual la joven había sido enterrada como NN, y que en 1982 esa tumba había sido "levantada y tirada a la fosa común".
A Chicha la esperaba aún otro golpe, poco tiempo después el 1 de agosto de 1977 fue asesinado su hijo, Daniel Mariani : "No se había querido ir del país por su hijita que después de pasar por varias manos, quien se llevó a Clara Anahí del lugar del operativo fue el comisario Juan Fiorillo, con su lugarteniente, Carlos "El Oso" García.
Daniel permaneció en el pais por Diana y por lealtad a sus compañeros militantes. Y se quedó hasta que lo mataron.

Anahi te estamos buscando
María Isabel Chorobik de Mariani (tu abuela)
Tel.:(0221) 421 2681
E-mail: mariaisabelchorobik@sinectis.com.ar

domingo, 6 de abril de 2008

LOS JUECES NO ENTIENDEN LA GRAVEDAD DEL DELITO


El Tribunal Federal Oral Nº 5 condenó con 8 y 7 años de prisión a Osvaldo Rivas y María Cristina Gómez Pinto, los apropiadores de María Eugenia Sampallo Barragán. Los jueces le dieron además 10 años al capitán retirado Enrique Berthier, el militar que la entregó. El juicio fue el primero que una hija de desaparecidos hace contra quienes la inscribieron y criaron como si fuera propia. María Eugenia había pedido que se aplicara a sus apropiadores el máximo de la pena prevista, por haberla privado de su identidad y del vínculo con su familia, de quien estuvo separada durante 24 años. Ayer, tras escuchar la sentencia, su abogado y las Abuelas de Plaza de Mayo criticaron la levedad de las penas: “Los jueces no entienden la gravedad de estos delitos”.
Tras la condena, los apropiadores Rivas y Gómez Pinto seguirán en libertad hasta que haya una sentencia firme, es decir hasta que el juicio pase por Casación y eventualmente por la Corte Suprema. Berthier podrá pedir la libertad cuando cumpla dos tercios de la condena. Como está preso desde hace más de cinco años, eso podría suceder en breve. Durante el juicio, ambos apropiadores se declararon inocentes.
¿Cuál sería una pena justa para quien se apropió del hijo de un desaparecido? ¿Cómo medir el daño que provocaron los que, sin haber sido parte directa en la represión, sin haber matado o torturado, se adueñaron de lo más valioso de la vida? ¿Fueron esas apropiaciones igual que una adopción, en todo caso que una adopción ilegal, o se trata de algo más grave aún? Esas son algunas de las preguntas que circularon en estas audiencias. Rosa Rosimblit, vicepresidenta de Abuelas, aseguró que la Justicia encuentra atenuantes cuando juzga a los apropiadores, una tendencia que no se modifica pese a los años. “Lo mismo le dieron al secuestrador de mi nieto y al de Carla” (Rutilo Artés, una hija de desaparecidos que fue restituida en 1985). Victoria Donda, nieta recuperada y legisladora, hizo una comparación: “A un pibe que sale a robar le dan más pena que al que robó una vida durante mas de 20 años”. María Eugenia, que habló muy poco con los medios (sólo dio una entrevista a Página/12 y ofreció una conferencia de prensa), pidió que no se confunda a sus apropiadores con padres adoptivos. “La pregunta es si una persona que robó a un recién nacido, que le ocultó que fue robado, que tal vez secuestró o torturó a sus padres, que lo separó de ellos y de su familia, que le mintió siempre respecto de sus orígenes, que –más frecuentemente de lo que cada uno quiere pensar– lo maltrató, humilló, engañó, si una persona que hizo todo o algo de todo esto puede saber y sentir qué es el amor filial. Yo respondo que no, que el vínculo con este tipo de personas queda determinado por la crueldad y la perversió

martes, 1 de abril de 2008

“Masacre de Fátima”, Estas víctimas fueron dinamitadas.


Comienza el juicio oral por la "Masacre de Fátima"

Enmarcado en la "megacausa" del Cuerpo Primero del Ejército, comenzará el debate el 29 de abril próximo.

Se trata de la Masacre de Fátima, en la que se investiga la muerte de 30 personas que estaban detenidas en la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal, hecho ocurrido en el partido bonaerense de Pilar el 20 de agosto de 1976 durante la dictadura militar.

La causa sobre la Masacre de Fátima fue elevada a juicio por el juez federal Daniel Rafecas en febrero del año pasado, y ahora estarán sentados frente al Tribunal Oral Federal 5 los acusados Carlos Gallone, Juan Carlos Lapuyole y Miguel Angel Trimarchi.

La noche del 19 de agosto, un grupo militar efectuó un control caminero sobre la ruta 9, en Pilar, mientras aviones sobrevolaban el área. A las 4 de la madrugada del 20, una camioneta y un furgón llegaron al lugar y a los pocos minutos se escuchó una fuerte explosión.
A la mañana, el espectáculo era macabro: restos humanos se esparcían en un radio de cien metros. El área fue cercada por soldados mientras los restos de los cuerpos dinamitados eran cargados en un camión municipal. Según el parte policial las víctimas eran treinta: 10 mujeres y 20 hombres.
El informe judicial dice que los cadáveres presentaban balazos en la cabeza, tenían las manos atadas y los ojos vendados.
Cinco cuerpos fueron identificadas.Los otros 25 fueron inhumados como N.N. en el cementerio de Derqui. La Junta Militar, mediante un cínico comunicado expresó que "repudia el vandálico hecho, atribuible a la demencia de grupos irracionales que pretenden perturbar la paz interior y la tranquilidad del pueblo argentino, así como también crear una imagen negativa del país en el exterior.

Según el testimonio el policía Víctor Luchina la noche que trasladaron a 30 personas: "Apagaron todas las luces. Sólo quedaron encendidas las del ascensor y la playa de estacionamiento. Recuerdo que los detenidos eran 30 porque fueron contados. Algunos venían envueltos en mantas, parecían estar muertos; otros venían tambaleándose como drogados". Mientras cargaba los cuerpos en un camión, le comentaron: "Estos se van para arriba".

Las víctimas fueron, Inés Nocetti, Ramón Vélez, Angel Leiva, Alberto Comas, Conrado Alsogaray, Susana Pedrini de Bronzel, José Bronzel, Selma Ocampo, Haydeé Cirullo de Carnaghi, Norma Frontini, Jorge Argente, Carmen Carnaghi, Horacio García Gastelú, Juan Carlos Vera, Carlos Pargas y Ricardo Herrera Carrizo, mientras que la identidad de los 14 restantes aún no fue determinada.

Los acusados son el ex oficial Gallone, jefe de uno de los grupos que actuaba en la Superintendencia y se encargaba de las detenciones ilegales; Timarchi, del Departamento de Sumarios y Lapuyole, el jefe de inteligencia de Coordinación Federal, como también llamaban a la Superintendencia.