El 3 de junio de 2010 comenzó el Juicio a cargo del Tribunal Oral Federal de Penal de Resistencia, integrado por los jueces Gladis Yunes, el formoseño Eduardo Belforte y el correntino Ramón González. En la noche del 12 al 13 de diciembre de 1976, 22 presas y presos políticos fueron masacrados cerca de la ciudad de Margarita Belén, en Chaco. Eran Manuel Parodi Ocampo, Luis Arturo Franzen, Carlos Tereszecuk, Carlos Alberto Duarte, Néstor Carlos Sala, Patricio Blas Tierno, Luis Angel Barco, Mario Cuevas, Reinaldo Zapata Soñez, Ema Beatriz Cabral, Fernando Gabriel Piérola, Carlos María Caire, Carlos Alberto Zamudio, Luis Alberto Díaz, Roberto Horacio Yedro, Delicia González, Julio Andrés Pereyra.
En el banquillo Están los ex militares Gustavo Athos Renés, Horacio Losito, Aldo Martínez Segón, Jorge Daniel Rafael Carnero Sabol, Ricardo Guillermo Reyes, Germán Emilio Riquelme, Ernesto Jorge Simoni, Luis Alberto Patetta y al policía provincial Alfredo Luis Chas.
Otro militar vivo implicado en este Causa, pero detenido en Brasil, y por el que se tramita su extradición es Norberto Tozzo. También estaba involucrado en la causa Jorge Alcides Larrateguy, pero falleció.
El golpe arruino mi vida y ya nada fue igual…
Ellos eran mis ojos y describían lo que podía ver,
Me llevaban hacia donde querían, veían por mí,
Solo debía escuchar lo que tenían para contarme,
Y así…se apropiaron de mí vivir.
Deseaba con mi sangre poder cambiar la historia,
Volver atrás y… mágicamente… mi sangre
Fue la que me hizo volver a empezar.
Me entregaron unos anteojos remendados con cinta
Y un gran golpe en un cristal.
Solo podía verla en el espejo,
Sus anteojos gruesos aclaraban mi pasado,
Me aconsejaron que tanto aumento podía arruinar mi visión,
Pero yo quería usarlos hasta que mi nariz quedase marcada…
Marcada para siempre como me dejaron a mí el alma,
Que ciega estaba…sus anteojos me ayudan a conocerme,
Me dan una clara identidad.
En las fotos descubrí que no solo tengo sus anteojos,
También sus piernas largas y mi abuela dice que su forma de caminar.
Que claros que son mis días después de tanta oscuridad.
"Nuestra lucha es por la vida y no por la venganza"
Yo no te olvido
Aparicion con vida de Jorge Julio Lopez
PROLOGO PARA PONERNOS DE ACUERDO
Siento un profundo y racional desprecio por todo hombre que no pertenece a la raza que yo pertenezco.
Estoy absolutamente convencido que mi raza es la única posible.
Soy activo militante de la misma raza que fue sepultada bajo las bombas enLondres,Moscúy Berlín, la que fue arrasada en Hiroshima y Nagasaki. La que fue mutilada en Verdun.
La que, sin piedad, fue muerta en Varsovia.
La que experimentalmente fue masacrada en Guernica.
La que fue aniquilada por el conquistador español, en mi tierra americana.
La que fue aniquilada por el conquistador europeo, en mi tierra africana.
Soy activo militante de la misma raza que fue torturada, desaparecida, robada, violada, negada y ocultada por la vergonzosa impiedad de los señores feudales y sus obedientes dragoneantes de turno.
La que a lo largo de la historia fue asesinada por motivos políticos, religiosos, culturaleso legales, conjustificacionesque están basadas en La Biblia, en El Talmud, en El Corán,en La Constitución, en los privilegios, en las costumbres,en el odio.
Soyactivomilitante de la misma raza que fue sometida a la esclavitud por las armas, por la religión, por elpoder, por el miedo, por el dinero; con excusas de credo, de casta, de color, de sexo, de nacionalidad.
La misma que fue condenada a la desesperanza, a la miseria, al dolor, a las enfermedades, a la ignorancia.
Laque es acorralada en las favelas de Río, en las villas de Argentina, en Nueva Delhi, en Ruanda, en Haití.
Parece ser una raza condenada a la extinción.
Por cada José de San Martín hay un Videla.
Por cada Marshal Meyer un Goebels.
Por cada Jorge Novak un Torquemada.
Por cada Mahatma Gandhi un Pizarro.
Por cada Albert Schweitzer un Mengele.
Por cada Ernesto Sabato, un Astiz.
Por cada Jesús de Nazaret, un Judas.
A veces me pregunto si vale la pena seguir.
Siempre me contesto que sí.
A pesar de todas nuestras miserias terrenales, la vida tiene olor a esperanza.
Quizás, cuando mis hermanos descubran que el odio es perfectamente inútil, tenga una oportunidad mi raza.